sábado, 25 de junio de 2011

En ti viví...

En ti viví tardes interminables,
hacíamos lo imposible
para poder encontrarnos...
el reloj marcaba una hora
que se difuminaba
en nuestra conversación
y no importaba el tiempo
solo esa hora "sagrada"
de cada día.
Nos conocimos a los pies
del mes de septiembre...
desde el primer momento
me sacaste una sonrisa
y yo a ti...
Ahora que los años han pasado...
miro hacia atrás y te veo
tan presente como aquel día
donde un "bacio dolce"
fue el primero de muchos
de los que llenarían nuestras tardes
y a pesar de todo
seguimos juntos
"mi regalo más grande".

A.P.

jueves, 23 de junio de 2011

Opinión sobre: Religión

Quisiera tomarme un tiempo para referirme en especial motivo a la religión
Católica. La respeto con la coherencia de hasta donde creo en Dios...
pero llego a una muralla donde esta coherencia y esta lógica propia
de el "creer" se junta con la mentira y la falsa actuación de nosotros,
las personas.
Creo de manera moderada en Dios, digo moderada, puesto que para mi no
es necesario gritar a los siete vientos esto, ni menos ponerme máscaras
como de buena samaritana que hace todo al pie de la biblia o que
vive en la iglesia.... de la cual sale y cambia completamente y vuelve a ser
una persona más de esas que hablan mal, discriminan, actúan de mala
forma y se sienten limpios nuevamente cada domingo cuando entran a la
iglesia con la cara de persona santa, siendo que en el fondo no bastarían
ni mil iglesias para en verdad borrar esa idea de cambios tan rápidos
entre las máscaras que se ponen.
Tengo por experiencia el haber conocido a personas hermosas de alma
quienes no viven arrodillados en la iglesia, y a otras personas de la iglesia,
fieles seguidores, que como persona valen menos que el polvo que
traigo en mis zapatos.
Otro punto... Dios no tiene en cuenta la cantidad de oro para poder
volver a alguien digno de su palabra. Me parece simplemente ridículo
que el Papa use anillos de oro, y que el Vaticano tenga en sí la
enorme cantidad de dinero. Sé que la iglesia Católica ha invertido de una
que otra manera en la lucha por la pobreza en el mundo, pero no ha
sido capaz de dejar atrás la idea de que la palabra de Dios se proclama
por ejemplo con una enorme catedral o inversiones varias que abarcan
cantidades ENORMES de dinero con el cual se podría saciar de una
vez el hambre en el mundo y la pobreza...
Cito con esto... Creo en el Dios de los cielos... pero no en el hombre que
se llena la boca hablando de el, ni menos en el hombre que entre sus
fina telas y lujos, se hace ver como una persona elegida por la mano
del mismo Dios de los cielos.
Yo aquí en mi humilde casa sé que mis oraciones tienen el mismo valor
como si estuviera en el Vaticano o tocando las manos del Papa
(lo cual no le encuentro ni pies ni cabeza)...
O acaso debería usar anillos de oro o irme a hincar junto a falsas personas
en una iglesia donde el verdadero amor de Dios lo encontraría
solamente con una pinza... como una espina en tu mano...
Solo pienso... las bonitas palabras no llenan estomago ni menos
cubren los pies del frío.